Mi Lente, Mi Vida.

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lunes, 14 de marzo de 2016

Lucha sin cuartel

Ciertamente está resultando difícil apartar tu recuerdo de mi memoria, sobre todo porque sigues apareciendo en mis sueños, la mayoría de ellos hermosos. Pero también es cierto que he ido borrando evidencia de tu prescensia en mi vida: fotos de mi celular, algún dije con la inicial de tu nombre que colgaba de mi cuello, y cuando te veo, pues tenemos algo en común que siempre hará que nos veamos, ya no me cuesta tanto trabajo mirarte, pues empiezo a hacerlo tan sólo como lo que eres y no como lo que yo quisiera que fueras para mi.
Pero también es cierto que sigo luchando con tus recuerdos, ésos que dejaste bien clavados en el fondo de mi alma, pero hago lo posible por irlos poniendo en resguardo, en una parte de mi corazón donde me permitan seguir adelante, no anhelando lo que fue y no será, sino viviendo el ahora; el presente.

A veces, mi corazón nostálgico anhela tu prescencia, tu escencia, tus aromas, pero como no los puedo tener entro en un estado de ansiedad y busco llenar ése vacio con otras personas...pero como tu recuerdo me arrastra, no consolido nada, y lo único que hago es alejar a ésas otras personas y vuelvo a quedar vacio...sin nada de nada.

¡Carajo, que monserga es cargar con éste sentimiento; no dejo ni me deja ser por completo! ¿será a caso karma? ¿algo que estoy pagando y que algún día terminaré de liquidar?
Si acaso es eso, ¡me carga la chingada, que pinche deuda tan grande tengo, ya tres pinches años y no te puedo arrancar de mi corazón!

Si, es confuso pues al inicio de éste texto escribí que empiezo a dejar de sentir ésa necesidad, pero ahí está la chingadera; en cuanto sale del subconsciente ataca con más fuerza la cabrona, es como si fuera un pinche vampiro chupa sangre, que nada más está agazapado en lo más oscuro; esperando a que baje la guardia para volver a atacar y dejarme semi-inconciente, aletargado y apendejado.

Pero ya se la peló, porque acabo de descubrir su existencia, recién me atacó; me mordió pero no me sangró demasiado, apenas unas cuantas succiones. La siguiente vez que salga de su escondrijo estaré preparado para sacarlo a la luz del sol y que arda el muy perro; si, ya lo descubrí y ya se la peló.

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